miércoles, 25 de abril de 2012

EL ARTE RADIOFONICO EN AMERICA LATINA


GLOSARIO:

Happening: Aduce la participación directa y espontanea del publico e improvisación de los artistas en donde se combina elementos del teatro y de las artes visuales


El Radioteatro: Los radioteatros dependen del diálogo, la música y los efectos de sonido para ayudar al oyente a imaginar la historia. Tuvo un desarrollo inicial en 1920 y ganó mucha popularidad, en 1940 fue una forma de entretenimiento popular a nivel mundial. Con la llegada de la televisión, a mediados del siglo XX decayó en gran medida, y actualmente tiene una pequeña presencia en el entretenimiento. 

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EL ARTE RADIOFONICO EN AMERICA LATINA

Bien es cierto que la radio constituye un medio fabuloso para el despertar emocional y el genio creativo del ser humano, aparece, hoy en día, relegado de su esencia más sublime.

A diferencia de otros contextos, el latinoamericano desarrolló una tendencia de hacer radio a manos de artistas: Radio arte. Las manifestaciones latinoamericanas de radioarte han dado ya frutos de singular importancia para el arte sonoro mundial. Con todo y los inevitables obstáculos que deben superar los artistas sonoros de América Latina, se ha logrado conformar, en pocos años, una rica y variada propuesta estética (en forma y fondo).






Cuando un creador utiliza la voz, la música y los efectos sonoros para componer una obra conceptual, que no respeta ni formatos ni procesos ya establecidos en la producción radiofónica, se le llama radioarte. Según el Argentino Daniel Teruggi, director del grupo de investigación musical de Radio Francia Internacional. Sin embargo hay quienes se muestran algo escépticos cuando de buscarle un sentido conceptual se refiere. Para Manuel Rocha Iturbide, compositor y radialista Mexicano, todas las obras sonoras de artistas de carácter conceptual son trabajos auditivos hecho por artistas, claro está, que pertenecen a la rama de audio artes, utilizado terminológicamente en los años setenta. “Creo que el afán por clasificar y catalogar no es muy feliz en muchas de las situaciones, y por eso el radioarte me parece un término aún más artificial que el de arte sonoro. Radioarte es simplemente cualquier experiencia sonora artística transmitida por radio que no sea música en el sentido tradicional, y que tome en cuenta el lenguaje radiofónico para su difusión (lo que no hace la música electroacústica, y sin embargo, mucha música electroacústica es muy radial, sobre todo la de carácter narrativo., acota el autor.

Y en estas idas y venidas, naturales por la diversidad de estudiosos, entendemos que el descubrimiento del radioarte es una contribución innegable al ensanchamiento del horizonte sonoro de la radio cultural, principalmente. Este género ha abierto la posibilidad de tratar el sonido en sí mismo de manera artística.

Hacer radioarte vislumbra una innegable labor creativa, sensible, sensorial y extraordinaria desde su concepción. Así lo afirma Iris Disse, con 8 años trabajando en la Radio Artística y Experimental de Quito, “El principal trabajo del radioarte consiste en la "apertura de oídos”. Es un acto que detiene las actividades cotidianas y te orilla a escuchar tu mundo interior".

Pues bien, la radio se consolida, en todos los tiempos, como un agente de cambio. Históricamente se hace mención de este elemento transmisor circunstancialmente; por ejemplo un movimiento radial surgió antes de la Segunda Guerra Mundial en Alemania. "El régimen nazi abusó de la radio como forma de propaganda pero después de la guerra, el radiodrama y el radioarte nacieron para darle cultura a los ciegos de la guerra", detalló Astrid Pape, juez en la categoría de radiodrama del concurso de la Cuarta Bienal Internacional de Radio, en el Centro Nacional de las Artes (Cenart). Es así como la radio ha dado un giro humanístico-social en la vida de las personas; ahora hay radialistas que la vivencian como un espacio promotor de actividades imaginativas y potencializador de habilidades histriónicas que convergen para encaminarse hacia un despertar colectivo en el que todos somos partícipes.








La problemática de esto que nos resulta una tarea plausible, sostenible en el tiempo y técnicamente agradable, es la difusión por canales de señal abierta donde el factor ”comercial” es imperante y determinante en el cotidiano quehacer radial.
Países latinoamericanos como Brasil experimentan esta disyuntiva;  a pesar de poseer personas que desarrollan el Radioarte en espacios culturales donde todo se mide por “cómo y qué escucha el público” ( como es el caso de el Estudio de Arte Acústico de la WDR de Colonia que abrió el camino de la experimentación artística radiofónica en Brasil) y Radialistas como Cynthia Gusmão, conductora de Radio Cultura de São Paulo, que señala que en la radio de su país, como en toda Latinoamérica, no hay un espacio definido para el radioarte, que carece incluso de un concepto. Más que hablar de radioarte hay que hablar del arte de hacer de radio, compuesto de sonidos, voces y silencios. En nuestro país surgen incipientes esfuerzos por acarrear muestras de Radioarte a una determinada audiencia; aquí aparece la doctora Eliana Galarza que logró implantar el concepto de radioarte y la intención de desarrollarlo en su lugar de trabajo, la Universidad San Martín de Porres. A finales del año 2005, maestros, alumnos e investigadores de la universidad crearon el taller ISONAR, de Investigación Sonora en Radio, el primero en su tipo en nuestro país. El reto es muy grande, sin embargo, la doctora Galarza confía en que los alumnos continuarán el trabajo. "A los alumnos les gusta experimentar, muchos de ellos habían creado piezas sin saber que estaban haciendo radioarte. Luego de muchos intentos, insertamos el radioarte como taller en la carrera de comunicación." Sostiene la docente.

Y es así como en el mundo contemporáneo, donde la prisa impone lo efímero, algunos han puesto, tristemente a un lado, el concepto artístico de la radio. Se piensa que un espacio cultural es aquel donde se habla mucho de arte y, por tanto, puede tornarse aburrido, de único interés para especialistas, y por ende latente amenaza con la extinción de la audiencia. Entendamos bien que siempre existe una “mayoría silenciosa” que ni escribe ni llama, pero que está al pendiente de lo que se difunde, y se muestra anhelante de elementos novedosos y bien elaborados; trabajos artísticos de buena calidad técnica, social y creativa.



Happening: Aduce la participación directa y espontanea del publico e improvisación de los artistas en donde se combina elementos del teatro y de las artes visuales

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