viernes, 29 de abril de 2011

IMAGINAR UN MUNDO SOCIALMENTE COMUNICATIVO: LA RADIO



IMAGINAR UN MUNDO SOCIALMENTE COMUNICATIVO: LA RADIO

Cuando el pueblo se apropie del medio,
le impondrá sus mensajes, su lenguaje, le marcará sus gustos, se escuchará en él,
se sentirá en él, vivirá en él, sentirá que la radio
está caminando a su lado.


Los medios de comunicación en manos de la sociedad civil tienen finalidad de ser voceros de los distintos grupos sociales que difícilmente cuentan con espacios en los medios concesionados, sea radio, televisión, prensa, revista o cualquier otro. Ello nos haría generar esperanzas en que es posible otra radio, otra televisión, otra prensa, otros medios a través de los cuales se pudieran escuchar todas aquellas voces que carecen de canales para expresarse.

La radio constituye irremediablemente una confluencia exquisita de elementos potencialmente imaginativos a través de nuestro “tercer ojo”. Los primeros teóricos del hörspiel hablan de “oídos interiores “cuando querían explicar la capacidad imaginativa del nuevo medio. Y este “oído interior“, cuya existencia permanece como una hipótesis antropológica, se convirtió realmente en un paradigma de la estética radiofónica clásica” 1.

Así la comunicación, a través de la radio y demás medios comunicativos, se convierte en un importante elemento en la matriz de las influencias que suscitan la innovación y la modernización de una sociedad. En una sociedad abierta, plural y democrática, la comunicación es un instrumento muy valioso para lograr que la población participe en la discusión de las cuestiones importantes que atañen a la sociedad entera, como son las cuestiones culturales, sociales, educativas y hasta políticas; así como la impartición de la justicia, la distribución de las riquezas nacionales, la atención a los marginados, el respeto a la libertad de expresión, etc.

Podemos afirmar, entonces, ¿La comunicación se manifiesta de forma integral, formativa y plural?, ¿La radio establece espacios libres de empoderamiento colectivo?

Los altos niveles de analfabetismo en América Latina, que en algunos casos oscilan alrededor del 40%, me llevan a constatar una dura realidad: los ciudadanos leen poco pero escuchan mucho. Esta cultura ágrafa y auditiva ha propiciado el desarrollo de distintos modelos de radio para acercarse a la gente. Desde aquellos de enseñanza a distancia hasta los que plantean el debate telefónico como método o fórmula de enlace con la audiencia. Curiosamente, se ha constatado también que la radio no ha llenado ese nicho de oportunidades y demandas con un debate de calidad que permita acercar puntos de vista y contrastar opiniones de forma rigurosa y seria, muchas veces, llevada por intereses comerciales y meros deseos de polemizar. La radio nos ha privado de convertirla en sustituto de la plaza pública donde anteriormente se debatían o contrastaban las opiniones ciudadanas. “Unir los espacios auditivos- por medio de la técnica- con los espacios naturales y zonas civilizadas es una de las grandes oportunidades potenciales de la radio como instalación sonora” 2.

“A partir de la década de los 50 las ondas de frecuencia larga (AM) fueron sustituidas por las de frecuencia modulada ultracorta (FM) ya que son mejores porque tienen menos interferencias”3. Desde ese entonces se ha venido volcando una amalgama vasta de emisiones y formatos radiales comerciales y contados comunitarios o de espacio social. El consumo radial a través de la publicidad radial se ha convertido en una falencia desintegrante y lucrativa que acaba con la esencia de la radio como elemento dinamizador, eminentemente social-comunicativo y empoderador de la sociedad. A su par, el fenómeno de la recepción radial implica “…la inserción en los espacio de interacción de los que el oyente participa cotidianamente como la familia, las “patotas”, el centro laboral, los vecinos del barrio, la escuela, etc. A su vez, la audición en dichos espacios tienen un conjunto de condiciones generadas desde dentro y otras incorporadas de fuera”4. Por consiguiente no debemos enfocar a la recepción radial como un proceso básico o quizás enfrascarlo como un accionar puramente fisiológico ya que “no es únicamente un acto perceptivo de estímulos, va mucho más allá, también es un momento de elección, selección, fragmentación y combinación de propuestas culturales”5. Justamente estas propuestas culturales, propias de una radio empoderadora y altamente dinámica son las que van aportar en la resolución de los graves desajustes que suponen los cambios en la generación de la riqueza y que requieren de la radio un análisis sereno, una información justa y ,sobre todo, una radio pro positiva. Un medio que repitiendo ideas nos convenzan de las ventajas de una globalización que no sólo implique miedos y desequilibrios, sino certezas y confianzas. Supone repensar la radio a partir de sus claras ventajas, pero con nuevas fórmulas que nos permitan hacer de ella un medio que se proyecte al siguiente milenio con un claro compromiso en entender primero la tecnología, hacer comprender al ciudadano y su tiempo y por sobre todo, fortalecer una democracia a la que poco se le sirve con evasión, polémica estéril y falta de imaginación.


Una de las manifestaciones que la radio a alcanzado con alto índice de progreso pedagógico, psicológicos y social, es la radio educativa. Si bien es cierto que estamos saturados de emisoras comerciales y propagandísticas, de entretenimiento y difusión de noticias, es bueno tratar de identificar una radio educativa, desde aquellas que convergen en instituciones educativas hasta las que se suscitan en amplitud y frecuencia modulada. Para saber diferenciar los programas de radio con carácter educativo, debe considerarse que todos los programas radiofónicos tienen la posibilidad de enseñar, más no de educar, por ello hay que comprender las diferencias existentes entre programas “educativos” e “instructivos”, los últimos aquí se denominaran no formales o no educativos, éstos no son considerados educativos ya que no existe una institución social que valide sus contenidos y que certifique los conocimientos obtenidos por el alumno. La radio educativa es aquella cuyos programas siguen un plan de estudios previamente determinado y validado por una institución del sistema social. En un programa de Radio Educativa el radioescucha se convierte en un alumno que se inscribe a un curso, donde será evaluado para obtener un certificado de estudios, no obstante no se encuentra inscrito en una institución educativa. Es así como entendemos que “ la radio deberías ser no sólo un medio de comunicación, sino un espacio donde se construyeran las identidades culturales a partir de planteamientos críticos: un medio en el que la participación de la sociedad desempeña el papel esencial”6. Así, para que un acto comunicativo lleve el adjetivo de educativo, debe mantener una relación directa con el sistema social y las instituciones encargadas de validar la educación: la expresión que deviene de un currículo aprobado por la institución correspondiente adquiere el estatus de comunicación educativa. Es menester entender cabalmente que “ No se trata de competir con otros medio de comunicación, ni siquiera con otras radios, sino de dominar los mecanismos de esa peculiar forma de comunicación social, de reforzar los conocimientos para la vida que han de adquirir los educandos, de continuar aprendiendo por parte de todos….”7.

La radio es utilizada actualmente como un instrumento de poder. Con ella se trata de ingresar en la mentalidad de la gente, ya que, si tuviéramos que formar juicios sobre cualquier problema se debería averiguar muchas cosas, acontecimientos o verdades ocultas que se dan por sentadas. Para existen factores contaminantes de información “son las y los periodistas quienes creyéndose comunicadores absolutos y hasta expertos en comunicación (a partir de un falso reconocimiento como tal por parte de la sociedad) hacen andar un proceso de desarrollo plagado de limitaciones, frustraciones y, por lo menos, inexactitudes”8.


En la mayoría de los casos, el oyente de radio es desprevenido, más que escuchar la radio, la oye. Pero quien logra que otros le escuchen, es la persona que sabe manejar el lenguaje radial, que saca al oyente de esta "rutina auditiva" y le despierta el interés por el mensaje sonoro.

Los medios de comunicación tienen una característica que son empresariales, y en muchas ocasiones los medios están al servicio de los dueños de los medios, pero esa no debe ser la característica, un medio siempre debe estar comprometido con una sociedad y es un principio ético que nunca hay que descuidarlo y eso es lo más grave, la relación con el medio de comunicación y el propietario del medio, cuando hay una relación de completa independencia y el trabajo del medio está orientado exclusivamente a la colectividad a la cual está llegando y educando, el medio cumple un papel histórico. “ Si entendemos el desarrollo ciudadano como proceso que se inicia en los encuentros y las capacidades de promover igualdades en un contexto democrático práctico es probable que nuestras visiones sean más optimistas, es posible que seamos los llamados y llamemos a nuestros pares para participar en una construcción colectiva”9.

Por ende, por la rapidez con la que se define, la economía, los procesos culturales y educativos que alberga y el alcance de su invención, la radio, es un valioso elemento de información, empoderamiento y comunicación. Debemos redescubrirnos en la radio, y a través de ella entender la nueva dimensión de la plaza pública, el nuevo compromiso del ciudadano, las nuevas oportunidades. Ese es el punto de partida y de llegada de un medio que nació con el siglo pasado y que requiere hoy más que nunca del ingenio para fortalecerlo y enriquecerlo.

1. Hans Burkhard Schlichting,” Orígenes de un espacio auditivo familiar.
La radio como una instalación sonora cotidiana”

2. Hans Burkhard Schlichting,” Orígenes de un espacio auditivo familiar.
La radio como una instalación sonora cotidiana”

3. Hans Burkhard Schlichting,” Orígenes de un espacio auditivo familiar.
La radio como una instalación sonora cotidiana”

4. Sandro Macassi Lavander, “Diálogos de la comunicación: Recepción y Consumo radial. Una perspectiva desde los sujetos”.

5. Sandro Macassi Lavander, “Diálogos de la comunicación: Recepción y Consumo radial. Una perspectiva desde los sujetos”.

6. Arturo Merayo Pérez, “Identidad, sentido y uso de la radio educativa”.

7. Arturo Merayo Pérez, “Identidad, sentido y uso de la radio educativa”

8. Jerry O. Jara Llanos, “ Cuando la ciudadanía se hace construcción o la construcción se hace ciudadanía”

9. Jerry O. Jara Llanos, “ Cuando la ciudadanía se hace construcción o la construcción se hace ciudadanía”