GLOSARIO
Calidad
de sonido: para que el oyente reciba una calidad superior a la de
FM (128 KBPS) el usuario debe tener un buen ancho de banda. En la radio
analógica siempre va ser la misma calidad de sonido. La diferencia está en el
sistema AM o FM.
Radio Comunitaria: es una estación de transmisión que ha sido creada con intenciones de favorecer a núcleos poblacionales, cuyos intereses son el desarrollo de su comunidad. dichas estaciones no tienen ánimo de lucro, aunque algunas se valen de patrocinios de pequeños comercios para su mantenimiento.
Democratización: es un proceso que tiene lugar cuando se instaura en una determinada sociedad la democracia como sistema de gobierno.
Democratización: es un proceso que tiene lugar cuando se instaura en una determinada sociedad la democracia como sistema de gobierno.
Interactivo: es todo aquello que proviene o procede por
interacción. Asimismo se designa a aquella acción que se ejerce de manera recíproca
entre dos o más sujetos, objetos, agentes, fuerzas o funciones.
La radio es el medio de comunicación más
personal que existe. Esta naturaleza tan especial hace que posea un perfil de difusión,
particularmente íntima persona a persona, que no tienen los otros medios y que
es uno de los principales ingredientes de su connotación mágica como medio de
comunicación. "La Radio es una belleza rara que debe ser manejada con
cuidado", comentaba Zale Radcliffe, libretista publicitario de Leo Burnett
Londres. Los mismos investigadores argumentan que escuchar y comprender el lenguaje
hablado es una operación cerebral más básica que las demás y se presenta desde
el inicio de la vida misma, mucho antes que la comprensión visual del lenguaje.
Además posee también un carácter selectivo que permite aislar la comunicación a
grupos independientes de audiencia, sin tener que hacer grandes inversiones o
incurrir en inmensos desperdicios de esfuerzo por el efecto de la dispersión.
Es asi como la característica móvil de sus audiencias, le da una gran
franquicia integral como objetivo de comunicación que no ofrece otro vehículo
publicitario.
En el transcurso de la historia la radio ha
sido catalogada como un medio de comunicación con falencias de impacto,
retención y llegada al emisor de manera precipitada. Aparentemente este medio
se enmarcaba en la premisa de ser una
"Televisión sin imágenes", concepto totalmente revaluado en la
actualidad ya que ha sido expresado a través de las conclusiones de todas las
investigaciones sobre el comportamiento de la mente humana. Literalmente la
imagen del mensaje radial se reconstruye en la mente del oyente, “cuando el
medio es utilizado con objetividad creativa tanto por parte del radialista,
responsable del desarrollo del mensaje, como del planificador de medios,
responsable de la colocación estratégica del mismo”. Este mensaje radial puede
dejar impresiones en el cerebro del oyente consumidor mucho más impactantes que
aquellas que se registran a través del mejor programa de Televisión.
La
radio como medio, es dinamizadora y efectiva, como fin, es carente de esencia y
corazón. En un mundo universalmente individual, donde se ha relegado la
conciencia colectiva, urge adoptar a la radio como un instrumento empoderador y
eminentemente efectivo y afectivo; para lograr así, que la elaboración del mensaje radiofónico
parte desde el oyente y vuelva a él de la forma en que lo necesita. En resumen
todo obedece fundamentalmente a un continuo reto de creatividad radial, al
enfoque profesional de la persona de medios y al compromiso del medio mismo con
el contenido.
CREATIVIDAD:
El alma radiofónica
Estudios recientes, como las de Ann Rose, han
ido paulatinamente solidificándose para concretar la idea de que es imposible
medir la creatividad, porque dicha capacidad varía enormemente y porque existen
diversos tipos de inteligencia creativa, como la matemática, la filosófica y la
artística, entre otras.
El profesor Robert Stermberg de la Universidad
de Yale (EE.UU.) propone una “Nueva teoría de la inteligencia”, forjada a
través del triunvirato - inteligencia matemática, filosófica y artística.
Siendo el medio radiofónico eminentemente social establece una relación
estrecha entre el comunicador, ser social, y el mensaje radial. Asimismo la
inteligencia y la creatividad responden a un equilibrio que debe establecerse
entre tres tipos de inteligencia: la interna, que actúa sobre conocimientos
memorizados; la creativa, o aptitud para crear nuevas teorías y conceptos; y la
empírica, o la capacidad de adaptación a nuevas situaciones o cambios de
ambiente. El resultado es una convergencia estética que trasciende los aspectos
meramente formales.
“En el caso de la radio, su estética y su
creatividad descansan en la “disposición para” y la “capacidad de” utilizar
plena y expresivamente todos los materiales del discurso y del lenguaje sonoro
con vistas a captar y conservar la atención de los oyentes, impresionándoles
emotiva y sensorialmente” así lo afirma Miguel Ángel Ortiz Sobrino, radialista
en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de
Madrid
La estética radial contribuye a promover las
vanguardias culturales y las calidades de la programación radiofónica. Por todo
ello, y como punto de partida, se debe tener en cuenta que “el concepto de
creatividad, tal y como la entendemos hoy, no hace alusión al término latino
“creare”, exclusivamente, sino que ha incorporado al castellano connotaciones del
neologismo inglés “creativity”. En esencia, los dos términos aparecen
vinculados a la creación de algo. Pero, en el último caso, abre las puertas a
otras dimensiones conceptuales más amplias” asevera Armand Balsebre, experto en
comunicación radial, España. Sin embargo, en nuestros días, la creatividad se
relaciona con la innovación, la originalidad, el diseño, la búsqueda de
soluciones, la imaginación, el descubrimiento, la utilidad, la combinación de
recursos expresivos, la libertad o la expresión artística, entre otros. Es
decir, se trata de un concepto que matiza el hecho creativo.
En términos generales, a través de la
creatividad se forja un ejercicio de originalidad que nos abre las puertas a
una comunicación creativa. En el caso de la radio, la creatividad ayuda a los
radiofonistas en los siguientes aspectos:
• Les amplía su capacidad de expresión.
• Potencia su reflexión.
* Les permite resolver problemas.
• Modifica sus hábitos y rutinas
profesionales.
• Les ayuda a concebir nuevas ideas y nuevos
proyectos.
• Les motiva y hace posible ejercer su
liderazgo.
• Les capacita para desarrollar estrategias
de seducción y comunicación.
• Les facilita la promoción de la creatividad
en el receptor
La herramienta para poner en práctica la
creatividad radiofónica es el sonido. Más específico, el lenguaje sonoro. La
radio goza de códigos o de recursos expresivos propios que revalorizan su
función estética y, al mismo tiempo, enriquecen su función comunicativa.
Códigos íntimamente ligados al lenguaje que desvelamos cuando analizamos por separado
cada una de sus partes e interiorizamos qué aportan los elementos al mensaje. A
eso, es lo que se denomina el lenguaje sonoro. “El sonido es la sensación en el
órgano del oído producida por el movimiento vibratorio de los cuerpos,
transmitido por un medio estático como el aire", según la definición del
diccionario de la Real Academia de la Lengua Española. Es indudable, que el
sonido (en el más estricto sentido de la palabra) constituye un modo de
transmitir sensaciones, historias, situaciones, etc. O dicho de otra manera, a
través de los sonidos podemos ofrecer una serie de mensajes que le sirven al
receptor para crearse determinadas imágenes concretas en su imaginación. Por
tanto, se puede decir que la
interpretación del lenguaje sonoro es personal y subjetiva. El lenguaje de la
radio está compuesto por cuatro recursos sonoros esenciales: la voz, la música,
los efectos de sonido y los silencios (lo que comúnmente se denomina la ausencia
de sonido con valor expresivo), así como las combinaciones que se pueden
realizar entre ellos, que les conceden niveles de significación diferentes.
En opinión de la profesora Silvia Jiménez
Martín, “el lenguaje radiofónico es el universo de posibles y potenciales creaciones que se pueden realizar
con los elementos que posibilitan la
expresión en el medio a través de esos elementos. La combinación de estos
cuatro recursos genera una cantidad ingente y no cuantificable de resultados,
de matices y de mensajes diferentes, de manera que el número de composiciones
potenciales es ilimitado y las posibilidades infinitas, como sucede con el
resto de materias creativas”.
El radialista tiene a la mano el instrumento
adecuado para afectar al oyente ya que por medio del sonido somos capaces de
transmitir sensaciones, conceptos o representaciones. Dicho de otra manera, a
través de los sonidos codificamos una serie de signos con los que el oyente
reproduce en su imaginación determinadas situaciones o imágenes. Este código
comunicativo presenta diferentes niveles de percepción e interpretación, dependiendo
de los mecanismos, racionales o emocionales, que intervienen en su proceso de
descodificación. En este sentido ciertos sonidos, en especial la música,
despiertan determinadas sensaciones anímicas en la audiencia.
A todo esto Trinidad Garcia Leiva afirma que “es
un hecho contrastado que la interpretación del lenguaje sonoro se base en una
serie de códigos convencionales que permiten al oyente identificar el sonido y
asociarlo con un objeto, una imagen o una situación previamente registrada por
el oyente”.
De igual manera, el sonido aparece asociado a
situaciones o imágenes mentales de significado imprevisible para cada oyente.
Es decir, el lenguaje sonoro está asociado a la memoria afectiva del oyente, de
tal forma que un mismo sonido puede provocar diferentes sensaciones e imágenes
mentales dependiendo de quién lo escucha y procesa.
INCLUSION:
Radio que emite y recibe mensajes
A raíz del detrimento de nuestra sociedad en
temas de inclusión social, la radio debería emerger como un sistema
preponderante para el bien común, donde su misión se relacione directamente con
el ejercicio de los derechos ciudadanos. Es así como este medio de extensión de
la voz humana, propulsora de la historia oral, debe convertirse paulatinamente
en un gigantesco espacio de
recomposición del tejido social, ya que es lugar y trinchera de representación
de diferentes identidades culturales y de construcción de la democracia.
La radio, en su dimensión social y
eminentemente comunicativa, es un medio de difusión masivo que llega
al radio-escucha de forma personal, es el medio de mayor alcance,
ya que llega a todas las clases y estratos sociales. También es
un medio de comunicación que establece un contacto más personal
y directo, porque ofrece al oyente cierto grado de participación en el
acontecimiento o noticia que se está transmitiendo. Es por eso que debe
tender lazos estrechos con las comunidades, hacer partícipe el mensaje y
generar una afección que promueva un cambio de actitud o toma de conciencia, sin
imposiciones.
La inclusión radial se determina desde las
escuelas; aquí lo estudiantes tienen la oportunidad de englobar mensajes
necesarios y transmitirlos coherentemente; de la misma manera los mensajes
elaborados por radialistas expertos ayudan a la educación del educando,
fomentando el desarrollo de capacidades sociales, de convivencia, familiares y
morales. También se desarrolla la radio educativa cultural, que apuesta más a
la producción que a los contenidos, lo cual no significa que no sean
importantes y de fuentes probadas, sino que al no estar tan vinculados a
programas curriculares pueden dar espacio a una mayor flexibilidad para los
formatos de presentación y jugar más con el medio y el lenguaje sonoro. Según
Mari Kaplún “ la educación radiofónica será entendida en un sentido amplio; no
sólo las emisoras especializadas que imparten alfabetización y difusión de
conocimientos elementales, sino también todas aquellas que procuran la
transmisión de valores, la promoción humana, el desarrollo integral de hombre y
de la comunidad; las que se proponen elevar el nivel de conciencia, estimular
la reflexión y convertir en cada hombre en agente activo de la transformación
de su medio natural, económico y social”. Asimismo la radio ciudadana es un
espacio dedicado a promover la cultura democrática y la participación
ciudadana, a través de una programación que privilegia el conocimiento, el análisis
y la discusión de asuntos de interés público.
La
radio se debe presentar como aquel mecanismo que hace más explícita su
intencionalidad de carácter político (según la visión aristotélica, no política
partidaria); es decir un movimiento comunicacional en función de una
organización social cuyo fin busca un cambio, en constante perfeccionamiento
basado en las exigencias del medio y las necesidades de la población, una
trasformación social determinada. El uso de la radio como instrumento de cambio
cultural y político, aun siendo un fenómeno creciente, no es nuevo. En efecto,
las primeras estaciones comunitarias participativas surgieron casi al mismo
tiempo en Colombia y Estados Unidos hace más de 40 años. Desde entonces, un sinnúmero
de proyectos de ese tipo ha intentado promover un cambio dirigido por la
comunidad en varias formas.
Algunos de esos proyectos han tratado de facilitar dicho cambio,
impartiendo educación formal en aéreas de tales como alfabetización y matemática,
o fomentando técnicas agrícolas acomodadas a una particular visión de desarrollo
definida por el gobierno central. Este tipo de proyecto ha sido común en el
Tercer Mundo, especialmente en Africa y Asia. “Radio Comunitaria” Mahaweli”, es
un ejemplo de tal proyecto.
Otros proyectos han sido más políticos y han
procurado respaldar las iniciativas organizativas y culturales de comunidades
marginadas. Estos son los proyectos que tienden a involucrar a los oyentes en
un proceso de participación. Radio soleil en Haití y Zoom Black Magic Liberation
Radio en Estados unidos, son dos ejemplos de este tipo.
CONCLUSIONES:
Como comunicadores del siglo XXI, asegura Rafael
Obregón, debemos ser capaces de enfrentar nuestra situación contemporánea de
forma radical.
El reencontrarnos con la esencia fidedigna de
la misión radial-comunicativa y el efecto de este en las audiencias, es una
travesía que tenemos que tomar. Hacer de la emisión radial, un universo y
tribuna de pensamientos, ideas y sueños que desemboquen en un accionar
beneficioso para la calidad de pensamiento de la población. Además el
tratamiento del mensaje se debe hilvanar desde la forma y fondo. El radialista
comprometido con su audiencia evalúa las diferentes vertientes de la
creatividad radiofónica con el objetivo de que la esencia de la radiodifusión
llegue, a la mente del oyente, para quedarse.
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